Halloween, que mierda es esa?

Que estamos celebrando el día de Halloween? Que vienen los espíritus? Pues no se si es algo para celebrar... yo me encuentro un fantasma y me cago vivo!






Lo que hoy conocemos como la Noche de Brujas o Halloween se celebraba hacen más de 3000 años por los Celtas, un pueblo guerrero que habitaba zonas de Irlanda, Inglaterra, Escocia y Francia. Precisamente el 31 de octubre, los Celtas celebraban el fin de año con el Samhain, una fiesta pagana. Con la inmigración europea a los Estados Unidos, principalmente la de los irlandeses catolicos en 1846, llegó la tradición de Halloween al continente americano. Cuando se habla de Halloween o Día de las Brujas se piensa en disfraces, maquillaje, fiesta, dulces y niños; pero la tradición indica que su celebración no siempre fue festiva y alegre, y que los ritos que se practicaban durante la noche tenían un carácter purificador y religioso.

Halloween es una de las fiestas que más se ha acomodado en nuestra cultura. Sin embargo, no se celebra en todos los países por igual. Por norma general, los países que han crecido en una estructura cristiana mantienen el concepto del 1 de noviembre como el Día de Todos los Santos, y, por lo tanto, el culto a los seres queridos que han fallecido (el cual fue trasladado desde el 13 de mayo hasta la fecha actual para intentar evitar que se propagaran las fiestas paganas). Mientras tanto, en otros países como en Estados Unidos es la celebración de esta fiesta de origen celta la que prevalece.

No fue hasta el año 1840 cuando se tienen los primeros datos de esta celebración en Estados Unidos, la cual fue transmitida por la gran inmigración de irlandeses que hubo en ese momento, y a partir de 1921 se comenzó a festejar de forma masiva. Posteriormente, ha sido la televisión, tanto las películas como las series americanas, las que han conseguido inculcar esta tradición al resto de países.

Comencemos por Edimburgo, una de las primeras ciudades en emprender esta tradición. En concreto, en la capital escocesa se organiza un concurso en el que todos los participantes tienen que contar chistes e historias con un premio muy dulce: caramelos. De hecho, no es la calabaza el principal alimento que se expone (ya que esa fue una tradición irlandesa), sino que es el nabo. Según cuentan numerosas leyendas, las mujeres tienen que pelarlo delante de un espejo. Si la piel de este sale de una sola pieza, podrán ver el rostro de su futuro marido.

En Canadá, por ejemplo, también es común la tradición estadounidense de ir de puerta en puerta pidiendo caramelos. Sin embargo, no suelen disfrazarse de “personajes muertos” o que den miedo, sino que prefieren tratarlo como un carnaval más. Muy diferente a Inglaterra, lugar donde se compite por ir mejor disfrazado, y por lo tanto, por tener más oportunidades de ganar los conocidos concursos en los que los premios son, cómo no, los dulces que tanto gustan.

Los desfiles son también el acto por excelencia durante esta festividad. Cabe destacar tres de ellos, ya que atraen a una gran cantidad de público, aunque de edades diferentes: el Greenwich Village Halloween Parade de Nueva York, destinado para los más pequeños de la casa, y la Erótica Halloween o la Fetish Halloween, ambas celebradas en Tokio.

Aparte, hay que mencionar que existen dos países en los que las celebraciones se realizan en lugares muy especiales: el castillo de Frankestein y el castillo de Drácula. Ubicados en Frankfurt (Alemania) y Bran (Rumania) respectivamente, estos sitios albergan un atractivo especial, ya que pertenecieron a dos de los personajes más conocidos por todos nosotros. Generalmente las visitas suelen ir acompañadas de fiestas de disfraces, de máscaras y muchos (pero muchos) sustos.

Finalmente, no nos podemos olvidar de mencionar el conocido Día de los Muertos en México. La gran atracción existente en este país americano sobre la muerte tiene su máximo esplendor el día 2 de noviembre. Se realizan numerosos desfiles, aparte de llevar las tradicionales flores a los difuntos. Algo similar ocurre en España, aunque acompañado de dulces propios como los huesos de santo, buñuelos o fruta confitada.

Todo ello, junto con el festival de Ching Ming en China, las típicas velas belgas o las lámparas encendidas que hay que dejar en Austria antes de irse a dormir, forman parte de una larga historia de tradiciones que surgieron en un mismo origen pero que, hoy en día, reflejan unas grandes diferencias entre todas ellas. ¡Y eso es lo que hace precisamente a esta festividad una de las más importantes del año!