¿Quieres vivir en un OVNI? Ahora puedes!

Si te gusta la ciencia ficción ahora puedes formar parte de ella. Aquí es ta la "UFO Home". Una vivienda marina en forma de platillo volante. Te animas?


Cuanto tarda en degradarse una colilla?

Piénsatelo dos veces antes de tirar nada en el campo, la montaña, el oceano, o la naturaleza en general. Aquí tienes algunos ejemplos de cuanto tarda en degradarse lo que tiras.



Quién ha cobrado más dinero en Hollywood?? (por no hacer nada)

Increíbles datos que llegan desde Hollywood y sus estrellas de cine! Como es posible cobrar tanto dinero por tan poco trabajo??? Yo también quiero un chollo así!



Como sería el mundo si fuesemos 100 personas

¿Te sueles quejar de cosas cotidianas? Echa un vistazo a este vídeo para saber si realmente eres una persona afortunada en el mundo en el que vivimos. No todo es lo que parece!


Los robo-brazos más alucinantes

Brazos robóticos con diferentes funciones. El futuro ya está aquí! Algunos son un poco inútiles, la verdad, pero otros están muy pero que  muy chulos!



Pensamientos en la ducha

La ducha, ese momento de soledad donde puedes ser tu mismo. Este vídeo recoge los pensamientos de cientos de usuarios. Pensamientos con una lógica aplastante.



Sirenas reales captadas por cámaras ¿Lo crees?

El mito de las sirenas es muy antiguo. ¿Tiene algo de verdad? ¿Son reales las sirenas? ¿Existen? Hay ciertos documentales que afirman que sí son reales. ¿Tu que opinas?



TOP 10 animales híbridos - Extrañas mezclas animales

Que ocurre si una orca se aparea con un delfín?? Este y otros muchos casos se exponen en este vídeo. Los híbridos más extraños del planeta!



Sarah Jessica Parker muere aplastada

Sarah a sufrido hoy una trágica muerte. Ha sido captada por las camaras de CuriosoOMG. Se advierte que las imágenes pueden herir la sensibilidad.



Efectos especiales. Antes y depués

Cuanto de lo que vemos en la pantalla es real? Los efectos especiales inundan las imágenes que vemos en el cine en prácticamente cada frame de película.




Las cicatrices nos hacen más hermosos

El Kintsugi es un arte milenario japonés y también una filosofía de vida. Una filosofia que usa los objetos rotos, de forma metafórica, para hablar de nuestra propia historia.





Kintsugi o la resiliencia convertida en arte.

El Kintsugi es un término japonés, pero también quiero que entiendas este término como un arte. La palabra Kintsugi no tiene una fácil traducción al español pero vendría a significar algo así como la ‘unión con oro’, la ‘reparación con oro’ o la ‘carpintería de oro’.

Este arte japonés que se remonta al siglo XV consiste en arreglar las fracturas de los objetos de cerámica que con el tiempo o por accidente se han agrietado o sufrido algún desperfecto.

Las fracturas de estos objetos de cerámica se arreglan con la ayuda de un barniz de resina mezclado con polvo de oro. El Kintsugi, por tanto, no sólo se convierte en un arte, sino también en una filosofía de vida donde las roturas de los objetos son vistas como un elemento que embellece al propio objeto en lugar de afearlo, es decir, el Kinsugi valora por encima de todo al objeto y tiene especial cura cuando este se rompe.

Su filosofía hace que en lugar de tirar el objeto, este objeto se recupere, se restaure para que, a través de la restauración, luzca de nuevo más fuerte y con toda su historia y esplendor.

¿Qué valor se le puede dar al arte del Kintsugi? A propósito del término resiliencia.

Como he dicho al inicio del artículo, lo que me llamó poderosamente la atención de la imagen del plato de porcelana restaurado con vetas de oro fue lo trascendente de su significado.

El plato en cuestión había dejado de ser un plato convencional para convertirse en algo más, algo con un valor añadido y en el que el concepto reparación adquiría un nuevo y valioso significado. Es precisamente el concepto reparación el que me dio la idea de relacionar el término Kintsugi con la resiliencia. ¿Cómo puedes enseñar qué es la resiliencia mediante el Kinsugi?

La cultura japonesa es una cultura con un alto sentido de la espiritualidad. De hecho, junto con el término Kintsugi, también existe la expresión Wabi-sabi que consiste en hallar la belleza de los objetos rotos, viejos o deteriorados. Esto hace que el verdadero valor de un objeto no radique exclusivamente en su belleza externa, sino en la historia que dicho objeto posee.

La sociedad actual, la sociedad occidental ha perdido en interés por restaurar lo viejo o roto. Y esto se debe a que en su escala de valores se relaciona lo bello con lo nuevo o lo que es lo mismo, se aparta lo viejo y roto para ser sustituido por algo nuevo y moderno.

Esto es algo que puedes hacer con un objeto. Pero, ¿qué pasa cuando trascendemos el objeto a una persona, a una persona rota y deteriorada por dentro? Ahí es donde el término resiliencia juega un papel fundamental.

En el artículo titulado 10 Maneras de enseñar resiliencia a tus alumnos ya definí la resiliencia como la ‘capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas’. Por tanto, al igual que el Kinsugi, la resiliencia habla del valor de la reparación como una manera de salir de una situación traumática.

Lo que hace la resiliencia es preparar a la persona ante la llegada de una situación traumática o dolorosa.

El cuerpo y el alma de las personas, al igual que cualquier objeto de porcelana, es frágil y está expuesto al paso del tiempo. Y ese paso del tiempo desgasta la cerámica, pero también desgasta tu cuerpo y tu alma hasta que llega el día en que te rompes no sólo por fuera mediante el llanto, sino también por dentro a través de la pena y el sufrimiento.

Pero lo bueno que tiene dicha rotura tanto en el objeto como en el cuerpo y alma es que tiene la posibilidad de repararse mediante el polvo de oro en los objetos de cerámica y mediante la resiliencia en las personas.

La vida que vives está repleta de grietas, de muchas roturas. Hay momentos en tu vida en que estás roto por fuera y por dentro. La resiliencia te ofrece la oportunidad de devolverte la sonrisa y recomponer tu alma y tu espíritu para que una vez restaurados cuerpo y alma, al igual que un objeto de porcelana expuesto al Kintsugi, pueda resurgir con toda su fuerza y toda la determinación para sobreponerse a los obstáculos que la vida te pone por delante.

Así como la cerámica es reparada con barniz de resina mezclado con polvo de oro, el cuerpo y el alma de una persona se puede reparar mediante la resiliencia con algunos de estos ingredientes emocionales:

Autoconocerse para ser consciente de cuáles son tus puntos fuertes que necesitarás usar en una situación traumática.

Descubrir en ti aquellas habilidades que te hacen destacar en algo y que podrás usar para salir de una situación difícil.

Potenciar al máximo los hábitos saludables basados en una buena alimentación, ejercicio moderado, reducción del estrés y sueño reparador.

Aprender a escuchar de forma activa y empática a aquellas personas que pueden ayudarte no sólo desde la palabra, sino también desde el corazón.

Fomentar la autoestima reforzando positivamente aquellas actuaciones que te hacen mejor.

Aprender a solucionar tus propios conflictos a través de la formulación de preguntas abiertas que tú mismo debes responder.

Fomentar la bondad y la asertividad contigo mismo y con los demás.

Tener una actitud ante la vida optimista.

Estos son algunos de los ingredientes de la resiliencia que, al igual que el polvo de oro, harán posible que puedas restaurar tu cuerpo y tu alma y también te permita poder ayudar a todas aquellas personas que, estando a tu alrededor, también se han roto por dentro.

Convertirse en un persona resiliente hará posible que puedas recomponerte por dentro y por fuera. De hecho, lo que fomenta el Kintsugi es que seas tú mismo el que restaures tu propio plato. Con la resiliencia pasa igual.

De lo que se trata es de que tengas las estrategias suficientes para poderte restaurar a ti mismo e incluso tener la capacidad para restaurar a los que más quieres, a los que de corazón te importan. Kintsugi y resiliencia. Propuesta de actividad.

A raíz de los términos Kintsugi y resiliencia creo que sería interesante poder plantear en el aula una actividad en la que los alumnos pudieran descubrir por ellos mismos el valor de recuperar algo roto.

Una posible actividad sería que tus alumnos trajeran de sus casas una pieza de una vajilla que tuviera algún tipo de rotura. Una vez tus alumnos hubieran traído de casa una pieza vieja, rota y deteriorada, los alumnos se podrían colocar en grupos de cuatro y con su objeto encima de la mesa podrían escribir en un papel un pequeña historia de ese objeto contando:

Qué significa para ellos.

Qué han bebido o comido en él.

Que recuerdo positivo les trae.

Cómo creen que se ha hecho la grieta.

etc.

Kinsugi y resiliencia. A modo de conclusión.

Siempre me produce una profunda emoción escribir en Justifica tu respuesta sobre la resiliencia. Como docente vivo cada día las cicatrices que impone la convivencia en un centro educativo. Es por ello que no me cansaré de insistir en la importancia de educar a los alumnos no sólo en conocimientos, sino también en emociones. Este es mi deseo y esta ha sido la finalidad de este artículo.

Acabaré esta entrada con una cita de Marc Levy que reza así: El tiempo cura todas las heridas, aunque nos deje algunas cicatrices. O, si me permites modificar ligeramente la cita:

La resiliencia cura todas las heridas, aunque deja algunas citratrices

Cómo mola nuestro mundo!!!

22 fotos que demuestran que nuestro mundo es una pasada. Tanto creaciones propias de la naturaleza como hechas por el hombre. Increíbles estas fotos!



Sabes cómo conseguir agua del aire!!??

NUEVO INVENTO. Esta botella puede conseguir agua sencillamente del aire de su alrededor. Nunca te quedarás desidratado. Además funciona con energía renovable, energía solar.





Últimamente me sorprendo días sí y día también con la sensacional inventiva del hombre, desde la maletas que te siguen como un perrito a espermatozoides motorizados, como remedio a la infertilidad masculina. En este caso venimos a hablar de una de esas ideas simples y geniales que, una vez explicadas, parece increíble que no se hubieran realizado antes. Hablamos de la Fontus Airo, una botella que se rellena automáticamente y como por arte de magia, sin ninguna fuente externa de agua… aparentemente.

¿De dónde viene ese agua? Del aire. Probablemente sepas que el aire transporta en mayor o menor medida agua en estado gaseoso. Si este agua topa con una superficie impermeable y se acumula en suficiente cantidad, acaba por convertirse en gotas visibles de agua. Lo vemos en las lonas de una tienda de campaña, cuando empieza a refrescar y en el rocío mañanero. Partiendo de esta base, los ingenieros de Fontus han ideado un sistema para extraer el el agua ambiental.

La condensación se consigue mediante un motor que absorbe continuamente aire, haciéndolo pasar a través de un fino filtro formado por material hidrófugo. Al topar con las paredes del filtro, el vapor de agua resbala, haciendo chocar las diminutas partículas de agua, que se van acumulando hasta precipitarse al interior de la botella. Este filtro está preparado para dejar pasar el agua, pero no la suciedad ni los insectos que pueda llevar el aire. Para propulsar el motor, se emplea energía fotovoltaica, por lo que esta mágica botella es totalmente independiente, no necesita fuentes para llenarse, ni enchufes para cargarse.

Existen dos modelos, uno adaptado a un soporte para la bicicleta y otro de mano. Este último podríamos llevarlo en la parte externa de nuestra mochila, de modo que mientras damos un paseo por el monte, se vaya llenando de agua continuamente. La única pega que en este momento podríamos echarle en cara a la Fontus Airo es la ausencia de un filtro más avanzado, capaz de proteger el contenido de la contaminación atmosférica de las ciudades. De hecho, desde Fontus no recomiendan cargar y consumir el agua generada en el ambiente urbano, ya que el agua recogería esta contaminación y nos acabaríamos bebiendo un desagradable zumo de tubo de escape.

NUEVO DESCUBRIMIENTO. Una bacteria come plástico

El plástico es uno de los mayores problemas que tiene nuestro planeta puesto que tarda en degradarse siglos. Esta nueva bacteria podría ser la solución. Esperemos que así sea.





El plástico ha sido el material sobre el que ha descansado buena parte del desarrollo económico de la segunda mitad del siglo XX. Es duro, resistente, con la elasticidad precisa, transparente si así se desea... pero esas mismas características son las que hacen que sea muy duradero en los ambientes naturales cuando no se gestiona de forma apropiada. O lo que es lo mismo, no es biodegradable, ningún organismo vivo es capaz de alimentarse y degradar este derivado del petróleo. O, al menos, los científicos no conocían ninguno capaz de hacerlo hasta ahora.

Un equipo científico del Instituto de Tecnología de Kioto (Japón) acaba de descubrir recientemente una bacteria desconocida hasta la fecha que es capaz de digerirlo y asimilarlo, es decir, que puede vivir alimentándose de PET (Tereftalato de polietileno), uno de los plásticos más usados por la industria alimenticia para envasar agua mineral, refrescos, aceites o productos farmacéuticos, entre otros.

Los microbiólogos ya conocían algunos informes sobre la capacidad de degradación del PET por parte de raros ejemplos como algunos hongos filamentosos que se habían podido cultivar en medios minerales que contenían este plástico. Pero en ningún caso se había podido evaluar la tasa de crecimiento de estos microorganismos ni la cantidad de este producto sintético que eran capaces de asimilar.

Una vez identificadas, estos organismos con la maquinaria enzimática necesaria para degradar plásticos podrían servir como un método de biorremediación ambiental para descontaminar ecosistemas colmados por envases mal gestionados y liberados en el mar o en espacios naturales. Por ese motivo, el equipo de investigadores que lideran Kohei Oda y Shosuke Yoshida en el Instituto de Tecnología de Kioto decidió salir a tomar muestras en ambientes contaminados por plásticos. PUBLICIDAD

«Recogimos 250 muestras en todo tipo de medios contaminados por partículas de PET, como suelos, sedimentos, aguas residuales o lodos activos, de una planta de reciclaje de botellas de plástico», cuenta Yoshida en el trabajo recién publicado en la revista Science. Todas ellas fueron analizadas en busca de microorganismos que pudieran usar este plástico como principal fuente de carbono para desarrollar su actividad vital, o lo que es lo mismo para alimentarse y crecer.

Sólo una de las muestras tomada en un sedimento de la planta de reciclaje contenía un conjunto de microbios diferente que parecía poder desarrollarse en el medio de cultivo de PET diseñado por los investigadores. «La microscopía nos reveló que ese consorcio que se formó en la película de PET contenida en el medio de cultivo, la que denominamos como número 46, contenía una mezcla de bacterias, células parecidas a las levaduras y protozoos, mientras que el fluido del medio de cultivo era prácticamente transparente», aseguran los investigadores.

Finalmente, los científicos fueron capaces de aislar -a base de diluciones de aquella preparación número 46- la única cepa bacteriana responsable de la degradación del PET, una nueva especie perteneciente al género -ya conocido- Ideonella a la que bautizaron como Ideonella sakaiensis.

Según pudieron comprobar, el PET se degradaba a una velocidad de 0,13 miligramos por cada centímetro cuadrado y día a una temperatura de 30 grados, algo muy común en muchos lugares de la Tierra. Pero, ¿esa velocidad era elevada o despreciable si se piensa en términos de su aplicación para descontaminar una zona natural? Las conclusiones de Yoshida, Oda y el resto de su equipo fueron muy contundentes: la bacteria es capaz de degradar de forma casi completa una fina película de PET en apenas seis semanas a esa temperatura de 30 grados, según los propios investigadores.

Oda y sus colegas quisieron ir un paso más allá para tratar de averiguar los procesos biológicos que permiten a este microorganismo comerse este plástico con esa eficiencia nunca vista con anterioridad. Y lo consiguieron. Identificaron una encima -llamada ISF6_4831- que trabaja en presencia de agua para romper el PET en una sustancia intermedia, que a su vez es degradada por una segunda proteína -de nombre igual de complicado que la anterior, ISF6_0224- que es capaz de romper el intermediario hasta componentes más simples y benignos desde un punto de vista ambiental como el etilenglicol y el ácido tereftálico.

Gracias a los potentes microscópios electrónicos, los científicos también pudieron comprobar que las bacterias desarrollan unos apéndices entre la capa de plástico y ellas que podría permitirles la secreción de estas encimas sobre la superficie del PET.

«La asimilación de PET por la bacteria I. sakaiensis puede ser muy útil para eliminar este material derivado del petróleo del medio ambiente», escribe el investigador del Instituto de Bioquímica de la Universidad de Greifswald (Alemania) Uwe T. Bornscheuer en un artículo que acompaña a la investigación. «Además, si el ácido tereftálico se pudiera recuperar y reutilizar, supondría un ahorro importante en la producción de nuevos plásticos que no precisarían de nuevo el uso de derivados del petróleo», explica Bornscheuer.

Sin embargo, los expertos en descontaminación biológica de espacios contaminados opinan que aún queda un largo camino por recorrer para su aplicación práctica. "El trabajo es muy interesante y se suma a otros en la materia. Se han encontrado varios microorganismos capaces de degradar materiales plásticos pero aun queda mucho por hacer para trasladar estos hallazgos a biorremediación a gran escala", asegura a este diario María José López, investigadora del Área de Microbiología de la Universidad de Almería.

Un nuevo dron que planta árboles!

Ya iba siendo hora de que alguien se pusiese manos a la obra y empezase a reforestar los bosques del plantea. Esperemos que esta nueva solución de resultado!



NUEVO INVENTO. Paneles solares transparentes!

Este gran invento puede solventar la crisis energética mundial y además ser un remedio para la contaminación en las grandes ciudades. Que maravilla!