Viaje por India - La ciudad segrada de Benarés (Varanasi)

Video Log de mi viaje de dos días a Varanasi. La ciudad sagrada de India.



Descendido de los cielos sobre la cabeza de Shiva, el Ganges es el río más sagrado de la India: sin su agua, la vida no sería posible. Innumerables leyendas concebidas por el imaginario indio tienden a explicar el descenso del Ganges de sus alturas himalayas, y comparan su fuente con una fuente de vaca, animal que los primeros habitantes de la India revistieron de un carácter sagrado en razón de su extrema utilidad para la agricultura y que es considerado, con el mismo título que el propio Ganges, como La madre de India.

En India el fervor es omnipresente

No es algo que se manifieste solo en la oración (puja) y el ritual sino también en la visión (darshan) de un personaje considerado sabio o de un lugar considerado sagrado. La ciudad de Benarés es tanto más sagrada cuanto que se la considera fundada por los propios dioses, y no hay nada que deseen más los devotos de Shiva que acudir a ella en peregrinación y, si es posible, morir y ser incinerado allí para que sus cenizas puedan ser arrojadas al Ganges. Si se encuentra en Benarés y se le presenta la encerrona de tener que escoger solo un punto interesante de la ciudad, no dude en concertar una salida en bote para visitar desde el río los sorprendentes ghats de la ciudad. Los ghats son el centro de la vida de Benarés y definen su identidad. La ciudad se extiende por la orilla izquierda del Ganges, y los ghats son los tramos de escalinatas o gradas que siguen toda esta ribera fluvial. Hay unos noventa ghats que se suceden sin interrupción a lo largo de 6 kilómetros de río.

Bienvenida al sol

La navegación por el Ganges con el ánimo de contemplar los ghats debe hacerse a horas muy tempranas, pues a la salida del sol debe encontrarse ya preferentemente en alguno de los ghats del tramo central del Ganges. El ghat Dasashwamedh es posiblemente el más accesible y popular, y por eso se encuentra siempre atestado de peregrinos, vendedores ambulantes y sacerdotes que rezan u observan la escena bajo sus parasoles de bambú. Los peregrinos acuden allí en tropel desde las estrechas callejuelas de la ciudad vieja y van goteando por las escalinatas hasta alcanzar la orilla del río. Con el agua hasta la cintura, los devotos practican sus abluciones matinales, levantan los brazos a modo de súplica, rezan y observan antiguos rituales para dar la bienvenida al sol. Otros lavan la ropa, practican yoga u ofrecen flores e incienso al río sagrado.

Momentos mágicos

Otro momento mágico para captar la esencia de la ciudad es navegar por el río, de cara a los ghats, al caer el día. En el mismo Dasashwamedh se realizan las plegarias vespertinas, practicadas por los sacerdotes que se enfrascan en enrevesadas escenas de fuegos rituales y música al tiempo que los peregrinos depositan en el río lamparillas encendidas que flotan a la deriva. En otros ghats, de día y de noche se realizan las ceremonias de incineración. A solo una casta determinada le está permitido tocar los cuerpos y realizar las cremaciones. En los ghats Harish Chandra y Manikarnika envuelven al difunto en un sudario, lo rocían con líquido inflamable y lo cubren de polvo de incienso (que apaga el olor de la carne quemada). Luego lo colocan sobre la pira y un familiar masculino cercano, habitualmente el hijo (las mujeres raramente asisten a las cremaciones), prende el fuego. A quien muere en Benarés se le concede la salvación instantánea o moksha (la liberación del alma del ciclo del nacimiento, la muerte y la reencarnación).

Benarés es la ciudad más antigua del mundo

Tiene más de tres mil años y siempre ha estado habitada. Fue asaltada en varias ocasiones por invasores musulmanes, el último de los cuales, el emperador mogol Aurangzeb, ordenó la destrucción de muchos de los tempos hindúes antiguos. Por eso hoy la mayoría de los palacios y santuarios que forman el telón de los ghats vistos desde el río son construcciones de los siglos XVIII y XIX. La antigua Varanasi es conocida como la ciudad de los templos y centro de espiritualidad y misticismo. Es sagrada para hindúes, budistas y jainistas. Ha dado santos, eruditos, filósofos, escritores y músicos de renombre. Detrás de los ghats, la ciudad se desparrama en un dédalo de callejuelas atiborradas, bazares, templos y santuarios. Es también un enclave famoso de enseñanza del sánscrito y de la filosofía hindú. La Universidad Hindú de Benarés, fundada a principios del siglo XX, goza de reconocido prestigio y sigue perpetuando la tradición cultural.

El Ganges purificador

Según la doctrina hindú, el río Ganges es el elixir de la vida, quien limpia los pecados mundanos, el purificador de las almas. En Benarés se levantan 700 templos dedicados a todas las deidades hindúes, pero ninguno de ellos es tan sagrado como el Ganges. El río se venera como un dios viviente con el poder de redimir todas las faltas. Según los libros sagrados del hinduismo, el baño diario en sus aguas prepara para el último viaje del alma hacia la liberación. A pesar de que el Ganges está considerado uno de los ríos más contaminados del mundo, miles de personas realizan cada día sus abluciones en él, se bañan y beben sus aguas con una inocuidad persistente a toda prueba.