Las FOTOS más INCREÍBLES del último BURNING MAN

Uno de los festivales de música más creativos del mundo



El festival Burning Man (en español: "Hombre en llamas") es un festival anual de siete días de duración que se desarrolla en la "ciudad" de Black Rock, Nevada, Estados Unidos. Black Rock City (o "BRC"), que no es un municipio ni tiene gobierno, solo existe durante la semana de Burning Man, es decir, es una ciudad temporal construida por los participantes durante la primera semana de septiembre, dura aproximadamente una semana. El Burning Man se lleva a cabo en los vestigios de un lago, en el desierto Black Rock de Nevada, a 150 kilómetros (90 millas) al noreste de Reno. La edición del 2012 congregó a más de 53.000 personas. En 2015 la entrada fue USD 390, aunque hay 4.000 entradas a USD 190 que se venden a los que no pueden pagar la tarifa completa.

El nombre está tomado del ritual que consiste en quemar una gigantesca escultura de madera con forma de hombre durante la noche del sábado. También cabe explicar que todos los años se construye un enorme y magnífico templo de madera, a ser quemado la última noche (domingo). La quema del "hombre" es una celebración espectacular con fuegos artificiales y explosiones (en 2012 además la naturaleza creó unos 20 mini-tornados que salían del fuego, algo increíble de ver), en algo parecido a la quema de las Fallas de Valencia. En cambio, la quema del templo se hace en silencio total, ya que es un ritual dedicado a las personas que hayan fallecido. Durante la semana los participantes escriben sobre el templo o dejan notas y fotos dentro, con la idea de que al ser quemados hay algún tipo de conexión o renovación espiritual.

El festival está organizado por la compañía Black Rock City, LLC., bajo la supervisión de uno de sus fundadores, Larry Harvey, y otros cinco miembros de consejo.

Los organizadores del festival lo describen como un experimento en comunidad, de autoexpresión y autosuficiencia radical (estos son algunos de los "10 principios" de los que se rige la comunidad de Burning Man). Algunos de los aspectos más interesantes del Burning Man son el arte, leave no trace (no dejar rastro ecológico), nada de comercio, y la energía colectiva de los asistentes. Burning Man ofrece becas a cientos de artistas, creando piezas luminosas, interactivas, psicodélicas en la ciudad-desierto, aparte de muchos otros artistas que crean arte por amor al arte, incluyendo los muchos Art Cars, vehículos desde carros de golf a autobuses disfrazados de dragones, barcos piratas, discotecas gigantes o retretes luminosos.

Durante Burning Man el participante notará que en la ciudad entera no se ve nada de basura en el suelo, ya que todos están concienciados a no tirar nada y recoger algo si lo ven. Así es un encuentro "leave no trace", ya que al desmontar BRC se limpia el suelo desierto hasta dejarlo como estaba –sin que se note que hubo más de 50 000 personas ahí–. Es increíble que en Burning Man no haya comercio ni dinero, aunque no son raras las «tiendas gratuitas» donde algo se regala (la Tienda de Abrazos Gratuitos, por ejemplo). Lo único que se vende es hielo y café, y no existen patrocinadores ni anunciantes. Es una sociedad donde se comparte, regala o se hace trueque, aunque esto es lo menos practicado, en el espíritu de los hippies y la contracultura de los 1960s. Los participantes traen su propia agua, comida y regalos. Todo lo que necesario para subsistir durante una semana. Las salidas durante la celebración son infrecuentes, aunque hay una gasolinera a unos 40 Km.

Dentro de lo que se aprecia y se destaca de este ejercicio es el de cuántas preocupaciones y estrés desaparecen cuando no hay dinero; estando reunidos entre sí pudiendo hacer lo que quieran, vestirse como quieran (o sin nada), divertirse con el arte y la música, sentirse libres de un mundo que actualmente se percibe como avaro, con sobremarketing y guerras, y ser parte de una comunidad que es como una gran familia - eso se ve manifestado con gran alegría y paz interna extraordinaria, algo que hace que cada año regresen sus seguidores a pesar de los retos de acampar en un desierto en medio de la nada. A pesar del desnudo, los niños son admitidos, notable en los puritánicos EE.UU.

El espíritu del evento se fundamenta en diez principios que resumen el concepto de The Burning Man y lo que sus fundadores pretendieron en un principio con su celebración:

Inclusión radical: todo el mundo es bienvenido a ir, sólo necesitas la entrada y, recomendablemente, seguir las explicaciones de su manual de supervivencia. Regalar: “'Burning Man encuentra su devoción en el acto de regalar”, se espera que los participantes del festival subsistan a través de una ‘economía del regalo’, ya sea mediante el regalo mutuo de objetos o el intercambio de favores, aun sin esperar nada a cambio.

Desmercantilización: el evento busca crear un ambiente social fuera de todo proceso comercial, publicitario o relacionados; el objetivo es protegerse de la cultura de explotación que, consideran, deriva de estas actividades. La única transacción monetaria que se permite está relacionada con el transporte al evento o la compra de hielo y bebidas no alcohólicas, cuyos beneficios van a diferentes organizaciones sin ánimo de lucro.

Autosuficiencia radical: “Burning Man induce al individuo a descubrir, ejercitar y confiar en sus propios recursos internos”, de ahí que se prohíba prácticamente todo el comercio y los participantes deban estar preparados y llevar todo lo necesario para subsistir en un lugar tan potencialmente hostil y remoto como el desierto. Autoexpresión radical: se espera que los participantes respeten las libertades propias y ajenas, y que se expresen libremente a través del arte y otras formas, siendo la ropa opcional y el nudismo practicado comúnmente.

Esfuerzo comunal: se busca promover la producción y protección de una comunidad y espacio común basados en valores de cooperación y colaboración. Responsabilidad cívica: se espera que los participantes actúen de acuerdo a la ley local, federal y estatal, y que asuman responsabilidad por sus acciones dentro del festival.

No dejar rastro: uno de los objetivos clave es conseguir no dejar ninguna huella de que se haya producido evento alguno en la región; se busca promover, por tanto, una atmósfera en que los participantes tengan cuidado de no dejar basura, o de recogerla en caso de encontrarla.

Participación: se busca que la gente participe y no se limite a observar, pues desde la organización del evento dicen que son una comunidad con una fuerte ética participativa: “pensamos que todo cambio transformador, ya sea individual o en sociedad, sólo puede ocurrir a través de un profundo compromiso de participación personal. Logramos ser de una manera determinada al actuar de esa manera, por lo que todos son bienvenidos a trabajar, a jugar. Creamos un mundo real a través de acciones que abren el corazón”.

Inmediatez: “la inmediatez de la experiencia es la piedra angular de la cultura del festival. Buscamos superar las barreras que existen entre todos y reconocernos a nosotros mismos y a la realidad que nos rodea mediante la participación en la sociedad y el contacto con el mundo natural más allá del poder humano. Ninguna idea puede sustituir esta experiencia.”